Esta es la última Carta de las seis que se tiene registro que San Juan de Dios escribió durante algunos años de su vida. En este escrito, el santo tiene dos motivos principales para escribirle al caballero Gutiérrez Lasso: contarle acerca de las deudas que tiene y darle consejo en su papel como padre.

La Carta empieza con el amable, cálido y representativo saludo que Juan de Dios tenía en todas sus Cartas: “En el nombre de nuestro señor Jesucristo y de nuestra Señora la Inmaculada Virgen María. Sea Dios preferido a todas las cosas del mundo. Amén, Jesús”.

Juan le informa a Gutiérrez que ha llegado muy bien a su hospital y consigo ha traído más de cincuenta ducados, así era llamada la moneda de su época, también le comenta que junto a los veinticinco que el hombre tiene en su poder y tal vez algunos más, podrían completar 100 ducados para ayudar a mantener los más de 150 pobres y enfermos que acogía en “la casa de Dios”.

El escrito demuestra la gran necesidad del santo en recibir el dinero que tiene el caballero Gutiérrez, por ello le insiste en que le envié los veinticinco ducados y de paso, si hay algunos “pobres llagados”, también los envíe para acogerlos y ayudarlos.

Saludos y recomendaciones de San Juan de Dios al caballero

Por otra parte, San Juan de Dios le envía saludos a la esposa e hijos del caballero, y demás personas que lo habían ayudado. También pide que hablen en Málaga de él y le den sus saludos al señor Obispo.

Juan le aconseja a Gutiérrez que a su hijo mayor sería bueno casarlo pronto, si quiere hacerlo y si es la voluntad de Dios. Él y su esposa como padres deben solo orar para que sus hijos tomen el mejor camino, sea casados o en algún otro oficio.

“Nuestro señor Jesucristo sabe mejor lo que ha de hacer con vuestros hijos e hijas, y todo lo que nuestro señor Jesucristo hiciere lo habéis de dar por bien hecho y lo habéis de tomar por bueno”.

El santo finaliza su Carta deseando que todo lo que el caballero y su familia hagan, sea para el servicio de Jesucristo y la Virgen María, y que todo acto desagradable se aleje de ellos.

 

Fuente: Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. (1986). Espíritu y vida Cartas de San Juan de Dios. Colombia.

 

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