En el séptimo y último punto que el Papa escribió en su Carta Apostólica habla de figura de José como “Padre en la sombra”, también nombra el libro La sombra del Padre escrita por Jan Dobraczynski, quién noveló la vida de san José. Dicho libro da a entender que para Jesús, José es la sombra del Padre Celestial en la tierra, ya que es quien lo auxilia, lo protege y está con él en cada uno de sus pasos.

“Nadie nace padre, sino que se hace. Y no se hace sólo por traer un hijo al mundo, sino por hacerse cargo de él responsablemente. Todas las veces que alguien asume la responsabilidad de la vida de otro, en cierto sentido ejercita la paternidad respecto a él”.

Para el Papa Francisco, ser padre es introducir al niño en la experiencia de la vida, en la realidad, así mismo no debe ser retenido, se debe educar para tener la capacidad de elegir y ser libre. José se destacó por ser un padre “castísimo” lo que significa que fue una persona que no buscaba poseer, supo cómo descentrarse para poner a María y a Jesús en el centro de su vida. Solo cuando el amor es casto es un verdadero amor, pero cuando este es posesivo se vuelve peligroso y conlleva a la infelicidad.

“Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre”.

San José fue un hombre del quien se percibía solo la confianza, por ello el mundo necesita verdaderos padres, no personas que quieran usar la posesión del otro para llenar su propio vacío. Quien se crea amo de otro ser humano esta dejando un rastro de infelicidad, tristeza y frustración.

Todo padre debe respetar la libertad del niño, él no es de su propiedad: “Un padre que es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida”. Desde la perspectiva de José, él siempre supo que Jesús no era suyo, sino que había sido confiado a su cuidado.

“Siempre que nos encontremos en la condición de ejercer la paternidad, debemos recordar que nunca es un ejercicio de posesión, sino un “signo” que nos evoca una paternidad superior”.

Es así como finaliza Patris Corde, esta Carta tenía como objetivo hacer crecer en todos los lectores el amor por San José, para implorar su intercesión e imitar sus virtudes. El Santo Padre Francisco nos pide implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión.

 

Fuente: La Santa Sede. (2020). CARTA APOSTÓLICA PATRIS CORDE DEL SANTO PADRE FRANCISCO. Website: http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco-lettera-ap_20201208_patris-corde.html

 

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